Por J.M.Pérez
Lo de ayer puede resumirse así; lisa y llanamente una bajada de pantalones traidora para regalar al separatismo catalán la ‘bilateralidad’ y el reconocimiento político ‘nacional’. Y, como no, lo que hay detrás de esta componenda: dar a Cataluña la hacienda propia, legaciones internacionales reconocidas y las mayores ayudas a inversiones que se niegan al resto de regiones.
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