La subida de la luz, que ha alcanzado estos días máximos históricos que se baten una y otra vez, en una escalada de precios que parece no tener fin, no solo afecta a las familias, a las que pauperiza y amenaza con el fantasma de la miseria, sobre todo a las más débiles y vulnerables, sino que también destroza a los autónomos y pequeños comerciantes que necesitan la energía durante todo el horario comercial para realizar su actividad y atender a sus clientes, y no pueden seleccionar los tramos horarios más económicos.
Este duro golpe viene a sumarse a los de la pandemia, cuando, sin contraprestación alguna, se ha impedido a muchos de ellos realizar su actividad y llevar el pan a sus familias. Mientras gigantes como Amazon o Ali Express aumentan beneficios a costa de las tiendas cerradas y hacen a sus dueños multimillonarios, aún más millonarios, millones de familias sufren porque se les impide trabajar y no se hace más que ponerles trabas desde el poder político con regulaciones confusas y cambiantes, impuestos confiscatorios y las multinacionales mundialistas consiguen eludir y, como puntilla, ahora con la subida de la luz.
Aunque la pandemia, aparentemente, no tiene relación con los puntales ideológicos del establishment político mundial: el multiculturalismo, el feminismo, el homosexualismo, etc., la semilla de la desconfianza en el discurso oficial ya ha sido sembrada y será cuestión de tiempo que dé sus frutos. Y es que los cientos de miles de muertos y la crisis económica que vendrá detrás, con el empobrecimiento de millones de personas será un recordatorio constante de que existen los problemas reales, frente a la maquinaria propagandística del sistema que los oculta y sustituye por problemas inventados con sus patochadas de “genero”, sus memorias-manipulaciones históricas y sus agravios imaginados.
Resulta evidente que los dueños del mundo están utilizando la pandemia como acelerante histórico para llevar a cabo las transformaciones políticas y económicas que nos empobrezcan y roben nuestra libertad, identidad y prosperidad sin oposición. Desde Valentia Forum, denunciamos la destrucción deliberada de nuestro pequeño comercio en favor de las grandes superficies y las multinacionales y en aplicación de la agenda globalista.
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