Por J.M.Bou
Para celebrar las fiestas en honor de San José, patrono de los carpinteros, los valencianos con este oficio quemaban trastos viejos y los restos de las piras con que se alumbraban en invierno, ahora que ya crecía el día y no las iban a necesitar. Con el tiempo, los demás vecinos se sumaron a la fiesta, aportando ropa vieja y muebles rotos. Dieron, entonces, a aquellos restos formas humanas y los vistieron, para que se parecieran a personas a las que se quería criticar y mandar a la hoguera de manera simbólica, quemar en efigie. A esta primitiva figura se le añadieron más elementos que conformaron una pequeña escena

Valencia en Fallas es una obra de arte conceptual gigantesca, mucho antes de que a ningún artistucho pseudointelectual y decadente se le ocurriera la idea, que abarca a toda la ciudad, tomada por monumentos de cartón piedra, petardos y gente en la calle. Durante las Fallas Valencia presenta un paisaje onírico. Más que una ciudad se convierte en el sueño de una ciudad.
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