Toros de Guisando, imagen ancestral española |
Por Víctor Hernández
Llega por fin la estación veraniega y, como cada año, serán muchos los españoles que abandonen por un tiempo sus respectivas colmenas urbanas y se refugien en la costa o en sus pequeños pueblos de interior. Puede incluso, que algunos se estén planteando la posibilidad de realizar un viaje por nuestra geografía. Si este es tu caso, lector, permíteme que te dé unos pocos consejos a tener en cuenta cuando estés disfrutando de tu viaje por nuestra piel de toro. Si además eres un buen activista, sabrás ver en estos consejos una oportunidad para recargar el ánimo combativo y tendrás aún más ganas de actuar por tu pueblo. No lo tomes como normas de obligado cumplimiento, sino más bien como pequeñas recomendaciones para poder exprimir al máximo tu experiencia viajera y ampliar los recuerdos que te lleves de los lugares visitados:
1.- Viajar por España es conocer España: ten en mente que estás recorriendo la misma tierra que albergó la llama de un Imperio, la misma tierra que hoy te alimenta y por la que lucharon tus padres. Sé consciente en todo momento de que, a cada paso que des, estarás conociendo más a tu Patria.
2.- No hagas turismo. ¡Explora! : cuando viajemos por nuestra geografía no podemos adoptar la actitud consumista del turista extranjero que pasa alelado ante joyas del arte universal y se emboba en los escaparates de los comercios. Ten siempre encendido el “radar de la belleza” y busca lo que te hable al corazón: la esquina de un bar tradicional, el escudo de una casa nobiliaria, o esa inscripción romana a la vista utilizada como mampostería y a la que nadie presta atención. Vive abierto a lo bello. Atesora esas risas juveniles que se oyen en los frescos patios andaluces o el saludo animoso de dos viejos amigos en una taberna del Cantábrico.
3.- Nuevo lugar, nuevo sabor: huye de las cadenas de alimentación basura y atrévete a probar la comida local. Con poco esfuerzo es fácil encontrar negocios familiares que harán las delicias de los patriotas más gourmets. Disfruta las comidas como un momento de encuentro humano y agradece que en España podamos disponer de los mejores productos alimenticios y, ¿por qué no?, apura la botella de vino tinto y celebra la vida esta noche.
4.- Reflexiona sobre tus raíces: la vida moderna ha matado cualquier vinculación con lo remoto y creemos que nada vale si no ha ocurrido de 30 años a esta parte. Durante el viaje amplia tu visión y busca lo ancestral, lo originario, incluso lo mágico. Observa los monumentos, los valles, las playas. Siente su pasado y recuerda tu historia, tu mitología fundacional.
Ten en cuenta estos consejos, caminante, y tu viaje será muy provechoso para tu espíritu y tu sentir patriota. Déjame, para terminar, que te recomiende esto último: adéntrate en lo desconocido de España. Descubre los misteriosos Toros de Guisando o la Costa da morte. Imagina Tartessos en Rio Tinto o Numancia en Soria. Camina por las playas de Ampurias o escala la cima del Abantos y siente el pasado prerromano, el latido de una fuerza primigenia de tu tierra. Querido viajero, busca y aprende a escuchar los ecos de la España eterna.
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