Seleccionar página

Kamala Harris: donde dije digo, dije Diego

21/07/2023

Internet no es un vómito de Belcebú, como he llegado a leer. Gracias a internet, por ejemplo, nos podemos enterar de muchas cosas que los medios de comunicación del pesebre ocultan.

Gracias a internet, sin ir más lejos, puedo enterarme casi al minuto de cómo va la guerra que enfrenta a la OTAN y Rusia; eso sí, haciendo un poco de ingeniería casera —en chancletas, bañador de mercadillo y muy cerca de la nevera—, para poder acceder a “Russia Today” y “Sputnik”, dos cadenas informativas prohibidas en el jardín borrelliano en nombre de la “liberté d’expression”.

No a diario, pero sí muy a menudo, uno también se puede enterar sobre lo metepatas y mentirosillos que son estos dirigentes de Occidentalandia, más allá de los rifirrafes bélicos en las estepas.

Gracias al periodista independiente Tyler Durden y su impagable medio informativo “Zero Edge”, me he enterado de que la vicepresidenta yanki, la sra. Kamala Harris, cuyo protagonismo a lo largo de estos años ha sido mucho menor del que los opinólogos de toda guisa pronosticaban en un principio, sugería el pasado viernes, 14 de julio, en la Universidad Estatal de Coppin, en Baltimore, que “cuando el presidente Biden y yo asumimos el cargo, establecimos una meta ambiciosa… reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad para 2030 y alcanzar cero emisiones netas para 2050”, e inmediatamente añadía: “cuando invertimos en energía limpia y vehículos eléctricos y reducimos la población, más niños nuestros pueden respirar aire limpio y beber agua limpia”.

La transcripción oficial del discurso de la señora Tamala Harris, empero, tuvo a bien sustituir la palabra “población” por “contaminación”. Demasido tarde. En Yankilandia todo el mundo anda con el hacha levantada —como decía mi abuela Leocadia— y los republicanos y otras hierbas se echaron a la redes para apuntar que la Administración Biden, había hecho un llamamiento público a la reducción de la población “en los Estados Unidos”.

Así, la belicosa —que no belicista, pues para belicistas ya tenemos a los demócratas— sra. Marjorie Taylor Greene, miembro de la Cámara de Representantes, emplazó a la sra. Kamala Harris a explicar al personal, qué narices quería decir con lo que dijo —que no con la transcripción tramposa de lo que dijo—, y si se refería a una campaña masiva de abortos, suicidios asistidos, o qué otros medios de eliminación física de personas.

Por su parte, el republicano sr. Thomas Massie, colega de la sra. Taylor, preguntaba por twitter a sus seguidores si les agradaba la idea de formar parte de la legión que la sra. vicepresidenta quiere pasaportar al otro mundo, pretensión que el sr. Massie, calificaba públicamente de “antiestadounidense” y “antihumana”.

Por último, el CEO de la multinacional Tesla, el sr. Elon Musk, cuyo móvil debe ir siempre más caliente que los revólveres del Coyote, jugaba abiertamente a la contra: “Necesitamos aumentar la población”.

Si la sra. Kamala Harris en lugar de haber tenido un desliz ante universitarios en Baltimore, hubiera hablado ante un auditorio —pongamos por caso— en Frankfort, no habría tenido que echar mano del típex. Los malthusianos europeos, bajo la capitanía del sórdido sr. Klaus Schwab, a diferencia de sus hermanos del otro lado del Atlántico, hace tiempo que no guardan las apariencias, hace tiempo que tiraron los restos que aún quedaban de puritanismo protestante por el agujero del váter.

Relacionad0

Sánchez, el rey de los mediocres.

Sánchez, el rey de los mediocres.

Que lo que llamamos habitualmente política es un terreno de manipulación no es ninguna novedad. Es algo que de un modo u otro sabemos o...

Comentarios

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

SI TIENES CUALQUIER DUDA
ESCRÍBENOS AQUÍ

Te escuchamos, estamos a tu disposición para que nos transmitas propuestas, noticias y cualquier otra cosa que consideres importante. Forjar el futuro es cosa de todos.